top of page

Antes de firmar

  • Foto del escritor: JONATHAN VARGAS
    JONATHAN VARGAS
  • hace 2 días
  • 5 Min. de lectura
ree

Antes de instalar un sistema solar —o si ya lo tiene y siente que algo no cuadra— hay algo que usted debe saber.


La mejor decisión que puede tomar antes de invertir en un sistema fotovoltaico, o antes de continuar frustrándose con un sistema que no produce lo que esperaba, es educarse. Miles de familias ya han participado en nuestros talleres de energía renovable y coinciden en algo fundamental: cuando usted entiende su sistema, lo cuida mejor, evita errores que cuestan miles de dólares y toma decisiones con mayor seguridad. Ese conocimiento no lo vende ninguna compañía.


¿POR QUÉ PAGAR DEMÁS?


Vamos directo al punto.


Un contrato de arrendamiento o leasing por un sistema fotovoltaico a 25 años no es una compra. Por ende, el sistema no es suyo ni lo será al final del contrato. Veinticinco años es casi media vida y en ese tiempo pueden ocurrir muchas cosas. Lo que hoy es nuevo y eficiente, en 10 años será el dinosaurio de la ecuación. En la última década hemos visto reducciones significativas en los costos de la tecnología, avances acelerados en eficiencia y la llegada de baterías de litio a precios que antes parecían inalcanzables. Imagínese cuánto más puede evolucionar esta industria en los próximos 25 años. Al firmar un contrato de arrendamiento, usted queda atrapado en términos que no cambian con el tiempo, con la tecnología, con el mercado ni con su realidad personal. Después de firmar, será tarde para ablandar habichuelas.


Según estadísticas recientes, más de 3,500 clientes en Puerto Rico ingresan cada mes al sistema de medición neta. Esto es positivo para la transición energética, pero resulta preocupante que una proporción considerable lo haga mediante contratos de leasing o arrendamiento, cuando en muchos casos usted podría lograr resultados iguales o mejores siendo dueño de su propio sistema, con mayor control y a menor costo a largo plazo. Basta con hacer los números. Un pago fijo de 200 dólares mensuales por 25 años representa un desembolso cercano a 60,000 dólares. Con esa cantidad, muchas residencias podrían instalar sistemas completos con baterías de litio y capacidad de respaldo total.


Es importante entender que todo tiene sus pros y todo tiene sus contras, porque no hay nada tan bueno como para que no tenga cosas malas y no hay nada tan malo como para que no tenga cosas buenas. El leasing puede ofrecer ciertas ventajas iniciales, como una inversión inicial baja o un pago mensual predecible, pero también conlleva desventajas importantes que muchas veces no se explican con claridad antes de firmar.


En un mercado donde la propaganda es intensa y la presión por cerrar ventas es constante, es fácil tomar decisiones desde la emoción y no desde el análisis. Anuncios llamativos, promesas de ahorro inmediato, bonos por firmar y testimonios atractivos pueden nublar el juicio, especialmente cuando se combinan con el calvario que provoca una factura eléctrica alta o la preocupación por los apagones. Por eso insistimos tanto en que usted decida con criterio propio y no desde la desesperación.


ree

No estamos diciendo que usted no deba firmar un contrato de leasing. Lo que afirmamos con responsabilidad es que usted debe educarse primero y evaluar con criterio propio. Un sistema fotovoltaico no debe ser una compra impulsiva ni es una solución mágica. Es una decisión técnica, financiera y a largo plazo que debe tomarse con información clara, números reales y entendimiento pleno de las consecuencias.


Una diferencia fundamental que muchas personas no consideran es que un contrato de leasing jamás es igual a mantenerse con la utilidad eléctrica. El día que usted se cansa de la utilidad y decide explorar mejores opciones, simplemente solicita la cancelación del servicio y se corta el suministro o deja el breaker apagado y paga el mínimo mensual —actualmente $4—. No existen compromisos contractuales a décadas ni penalidades futuras. Con un contrato de leasing eso no es posible. Estos acuerdos son vinculantes y, si se intentan cancelar antes de tiempo, las consecuencias pueden ser serias: penalidades económicas, saldos acelerados del contrato, cargos por terminación anticipada y obligaciones que permanecen vigentes independientemente de su situación personal o financiera, con posibles efectos adversos sobre su crédito o incluso gravámenes sobre su propiedad, según lo estipulado en el acuerdo. Llueva, truene o ventee —esté satisfecho o no— usted estará obligado contractualmente a pagar la mensualidad por el término del leasing, generalmente por 25 años.


Si en algún momento usted decide vender su casa o mudarse, el contrato no desaparece. En muchos casos deberá saldar el balance completo del contrato para poder cerrar la venta o, en su defecto, el nuevo dueño tendría que asumir ese contrato como condición para adquirir la propiedad. Algunas compañías ofrecen la opción de trasladar el sistema a una nueva propiedad, pero este proceso conlleva costos adicionales significativos, facturados según los términos de la compañía dueña del sistema.


Asimismo, al no ser propietario del equipo, usted no puede modificarlo, expandirlo ni actualizarlo sin autorización expresa de dicha compañía y sin asumir los costos que le facture por dichas modificaciones, aun cuando cambien sus necesidades energéticas o la tecnología disponible. A esto se suma otro aspecto poco discutido: el mantenimiento futuro del techo. Si dentro de algunos años necesita reparar o sellar el techo, la remoción y reinstalación de los paneles suele implicar costos elevados —miles de dólares— y coordinación obligatoria con la compañía dueña del sistema.


En nuestros talleres hemos recibido a numerosos participantes que, aun teniendo un sistema fotovoltaico bajo leasing, continúan pagando una mensualidad a la compañía propietaria del sistema y, además, una factura parcial a la utilidad eléctrica por exceder la energía contratada. En algunos casos, el costo total mensual termina siendo mayor que antes de tener placas solares, lo cual contradice el propósito original de la inversión.


En este proceso educativo también es importante reconocer el rol de quien asume la responsabilidad de evaluar y decidir dentro del hogar. En muchos casos, esa responsabilidad recae en la dama del hogar, quien analiza con detenimiento, hace las preguntas correctas y promueve decisiones más responsables a largo plazo. Cada día vemos más mujeres confirmando que la electricidad y la energía renovable no distinguen género; responden al conocimiento, la preparación y la correcta aplicación de principios técnicos. Algunas de nuestras participantes, luego de asistir a nuestros talleres, han decidido capacitarse formalmente, estudiar electricidad y hoy se desempeñan como peritos electricistas, técnicas e instaladoras de sistemas fotovoltaicos, aportando profesionalismo, disciplina y un alto sentido de responsabilidad en su trabajo.


No estamos diciendo que usted no deba firmar un contrato de leasing. Lo que afirmamos con responsabilidad es que usted debe educarse primero y evaluar con criterio propio. Si luego de comprender cómo funciona un sistema fotovoltaico y las implicaciones reales de un contrato a largo plazo decide optar por un arrendamiento, lo prudente es llevar el contrato a su abogado para una evaluación justa antes de firmar. La matrícula de un taller educativo cuesta menos que un solo panel fotovoltaico y puede ahorrarle miles de dólares y muchos dolores de cabeza en el futuro.


Ser dueño de un sistema fotovoltaico, incluso cuando se financia a través de un banco o cooperativa, suele ofrecer mayor flexibilidad, mejor retorno de inversión y control total sobre el equipo. En la mayoría de los casos, la inversión puede recuperarse en diez años o menos y, a partir de ese momento, el sistema continúa produciendo energía para su hogar sin pagos mensuales adicionales, dentro de sus capacidades de diseño.


ree

Si esta decisión pesa sobre sus hombros, no firme nada sin educarse primero. En nuestros Talleres de Energía Renovable le brindamos el conocimiento que necesita para decidir con seguridad, sin presión y sin pagar de más. Hemos ofrecido cerca de 200 eventos educativos, impactando a miles de familias. Además, en el Manual de Diseño Fotovoltaico encontrará una guía clara, técnica y práctica para entender lo que realmente está comprando o considerando firmar.


Educarse antes de firmar no es un gasto. Es un acto de responsabilidad, liderazgo y amor por su hogar.







 
 
 
bottom of page